viernes, 20 de noviembre de 2009

DIA DE LA SOBERANIA NACIONAL




Vuelta de Obligado
(Alberto Merlo-Miguel Brascó)
Noventa buques mercantes, veinte de guerra,
vienen topando arriba las aguas nuestras.
Veinte de guerra vienen con sus banderas.
La pucha con los ingleses, quién los pudiera.
Qué los parió los gringos una gran siete; navegar tantos mares, venirse al cuete, qué digo venirse al cuete.
A ver, che Pascual Echagüe, gobernadores,
que no pasen los franceses Paraná al norte.
Angostura del Quebracho, de aquí no pasan.
Pascual Echagüe los mide, Mansilla los mata.

Por ley nacional Nº 20.770 del año 1974, se instauró el 20 de noviembre como el DIA DE LA SOBERANÍA NACIONAL en conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado. Ocurrió en 1845 en un contexto político internacional y nacional muy complejo: 2 potencias europeas (Francia e Inglaterra) tenían la intención de colonizar algunas regiones de nuestro país, controlando el librecomercio a través de los ríos Paraná y Uruguay desde su desembocadura en el Río de la Plata.
Gobernaba en Bs As Juan Manuel de Rosas, gobierno fuerte y personalista (el mitrismo lo calificaría de “dictadura”), quien intentará frenar el avance anglo francés organizando una resistencia naval en un lugar cercano a San Pedro, Vuelta de Obligado. Desde allí, el combate naval dirigido por Lucio Mansilla en inferioridad de condiciones frente a la superioridad de armamento, tecnología y número, se produjo cuando los invasores intentaron atravesar el río Paraná cortado de ancho a ancho con una línea de barcas encadenadas, que si bien los extranjeros lograron cruzar, no pudieron ocupar las costas en su ascenso hasta Asunción del Paraguay, continuando las hostilidades por tierra y negociaciones por varios años más.
El deseo de ser una nación libre y soberana, independiente de la voluntad caprichosa de naciones más poderosas, debe ser considerado siempre como una actitud y voluntad de concreción para aquellos países del mundo, y en especial de América Latina, que siguen todavía oprimidos militar o económicamente por quienes se creen los dueños de vidas y bienes ajenos.