lunes, 23 de agosto de 2010

MALESTAR ESCOLAR




YA NO MÁS PARCHES NI MENTIRAS
EL MARIANO ACOSTA COMO EL TEATRO COLÓN ES “PATRIMONIO HISTÓRICO”

Así fue la denuncia que los estudiantes del secundario y terciario de esta Escuela Normal de la Ciudad de Bs As declararon la semana pasada al tomar la escuela por los graves problemas edilicios que la afectan. A ella se sumarían luego varias escuelas más que padecen la misma situación. El pedido de alumnos, padres y docentes consiste en viejas promesas incumplidas por el actual gobierno porteño desde que asumió: mejores condiciones de infraestructura, seguridad, habitabilidad y accesibilidad en las escuelas que, por supuesto, contempla un mayor presupuesto en educación, 10 veces inferior al de otras provincias del país.
Pero en lugar del diálogo imprescindible y obligatorio que tendría que invocar el Ministro de Educación Esteban Bullrich, prefiere utilizar viejas prácticas indeseables: la confección de “listas negras” de los alumnos que participan en la toma de sus escuelas para luego ser elevadas a la policía. Directivos docentes y gremialistas dudan que este funcionario conozca la existencia de la ley de Mediación Escolar sancionada en abril del 2009, que crea un sistema para promover “métodos cooperativos en el abordaje de conflictos”.
Por este motivo y otros tantos que viene arrastrándose desde el año pasado, los gremios docentes de la ciudad decidieron hacer un paro el día martes en el que los reclamos son variados:
- Recomposición salarial
- Estabilidad de los docentes interinos (no titulares) del nivel medio y terciario.
- No al cierre de grados en escuelas de zonas más marginadas.
- Creación de nuevas escuelas y jardines en esas zonas (suroeste de la ciudad) por escasez de vacantes.
- Repudio a los intentos de judicializar la lucha de los estudiantes secundarios en reclamo de mejoras edilicias.

No es la mejor opción un paro de actividades como forma de protesta, cuando los más afectados son los niños y jóvenes que pierden días de clase, pero cuando un reclamo es legítimo y legal y no se encuentran abiertos los canales de diálogo y comunicación con las autoridades responsables, es el único medio que los trabajadores encuentran para ser escuchados. Porque sus reclamos comprometen la formación con buenos ejemplos de los futuros ciudadanos.