jueves, 7 de julio de 2011

CENTENARIO DE UN GRAN DESCUBRIMIENTO



Este año es muy especial para Perù porque se celebra el centenario de cuando el profesor estadounidense de la Universidad de Yale Hiram Bingham encontrara las ruinas de Macchu Picchu el 24 de julio de 1911. Guiado por un arrendatario de tierras y acompañado por un sargento de la guardia civil peruana, encontraron a dos familias de campesinos que usaban los andenes del sur de las ruinas cubiertas por malezas para cultivar y bebían el agua de un canal inca que aún funcionaba y que traía agua de un manantial.
La Cámara Nacional de Turismo de Perú ha preparado un gran programa de actos conmemorativos, que se vienen celebrando durante todo el año y culminarán con un gran festejo central hoy 7 de julio del denominado el “Año del Centenario de Machu Picchu para el Mundo”, frase que fue consignada como encabezamiento de todos los documentos oficiales.
Machu Picchu (del quechua sureño machu pikchu, "Montaña Vieja") fue una ciudadela pequeña de piedra (11 hectàreas) –en comparación con Cuzco- construida a mediados del siglo XV por el primer jefe inca Pachacùtec en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de los Andes Centrales, al suroeste del Perú y a 600 mts sobre el valle del rìo Urubamba. Ademàs, en el 2007 fue declarada como una de las “nuevas maravillas del mundo” en una ceremonia realizada en Lisboa, Portugal, luego de la participación de cien millones de votantes del mundo entero.
Tal vez lo màs novedoso de estos eventos, haya sido después de una gran campaña realizada en el Perú, que la Universidad de Yale devuelva el patrimonio cultural que mantuvo retenido por cerca de un siglo desde que el arqueólogo Hiram Bingham se lo llevara para fines de estudio. El presidente de dicha casa de estudios, Richard C. Levin, confirmó el 21 de noviembre de 2010 la devolución de todas las piezas arqueológicas al Perú y a fines de marzo llegaron a èl las primeras 366 piezas, sobre un total de 44 mil que en 1912 investigadores norteamericanos se llevaron de la ciudadela inca y nunca devolvieron y que fueron recibidas en un acto oficial por el presidente Alan García, quien declaró: “Son tesoros, aunque no sean de oro o de piedras preciosas; el tesoro verdadero es que han sido hechos por las manos de nuestros ancestros. Bienvenida pues esta parte de nuestro pasado, esta parte de nuestra carne y de nuestra sangre”.



El segundo lote está previsto para arribar en diciembre de este año, mientras el tercero y último llegará en 2012.
Quienes hemos tenido la dicha de estar allì, tal vez podamos homenajear a este patrimonio sudamericano, a través de algunos fragmentos del poema de Pablo Neruda Alturas de Macchu Picchu”:




Entonces en la escala de la tierra he subido
entre la atroz maraña de las selvas perdidas
hasta ti, Macchu Picchu.
Alta ciudad de piedras escalares,
por fin morada del que lo terrestre
no escondió en las dormidas vestiduras.
En ti, como dos líneas paralelas,
la cuna del relámpago y del hombre
se mecían en un viento de espinas.
Madre de piedra, espuma de los cóndores.
Alto arrecife de la aurora humana.
Pala perdida en la primera arena.
Ésta fue la morada, éste es el sitio:
aquí los anchos granos del maíz ascendieron
y bajaron de nuevo como granizo rojo.
Aquí la hebra dorada salió de la vicuña
a vestir los amores, los túmulos, las madres,
el rey, las oraciones, los guerreros.
Aquí los pies del hombre descansaron de noche
junto a los pies del águila, en las altas guaridas
carniceras, y en la aurora
pisaron con los pies del trueno la niebla enrarecida,
y tocaron las tierras y las piedras
hasta reconocerlas en la noche o la muerte…