martes, 23 de febrero de 2010

CADA NIETO RECUPERADO ES NUESTRO





Dice la escritora Rosa Montero: "ignoro de qué sustancia extraordinaria está confeccionada la identidad, pero es un tejido discontinuo que zurcimos a fuerza de voluntad y memoria. La identidad no es más que el relato que nos hacemos de nosotros mismos"

Es un orgullo vivir en un país donde una asociación como ABUELAS DE PLAZA DE MAYO que, casi en silencio pero sin interrupción, sigue buscando a niños apropiados durante la última dictadura militar y que hoy ya son jóvenes adultos de más de 30 años.
Porque la verdadera identidad, el saber quiénes somos y de dónde venimos, está siempre en nuestra carga genética. Esta ahí esperando encontrarse con la verdad. Muchos de estos jóvenes han crecido y llegado hasta el presente en el ámbito de una familia violenta y ocultadora, situación que los hace sentir como que pertenecen a otra realidad o a otro lado. Otros sin embargo, han sido criados con amor y dedicación, en algunos casos “suponiendo”que ignorando sus verdaderos orígenes o creídos que era lo mejor para ellos. Pero hay algo que no está claro o no se explica y empuja a estos jóvenes a salir a la búsqueda de su verdadera historia. Por ello, conmueve verlos íntegros y completos cuando pueden encontrarse y conocer a su familia de sangre que siempre los han estado buscando y esperando.
¡Qué maravillosa la obra de estas Abuelas que, superando la pérdida de sus hijos, apuestan a recuperar la vida de sus nietos sin bajar los brazos, como un estadio superador de la lucha por los DDHH!

Esta nota fue escrita desde la emoción que significa ver y escuchar, sólo en los medios públicos, el rostro y la voz conmovida y feliz del nieto recuperado Nº 101.