martes, 4 de mayo de 2010

UNA CONTRIBUCION AL BICENTENARIO




EL PENSAMIENTO POLITICO MARTIANO

Se dice que a los hombres se los conoce por sus actos En algunos casos, alcanza y sobra. Podría decir por ejemplo que José Martí Pérez un patriota cubano, conocido como El Apóstol y Héroe Nacional de Cuba fue político, periodista, abogado, filósofo y poeta de la 2ª mitad del Siglo XIX, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra Necesaria de 1895 en pro de la independencia de Cuba, por entonces colonia de España, en la que luchó y murió. Acumuló durante su corta vida de 42 años (1853-1895), méritos extraordinarios en muchos campos, en especial en su condición de libertador, que le hicieron un grande de América y del mundo. La cárcel, el posterior destierro en España y sus viajes por Europa, le sirvieron para tomar más conciencia sobre la situación de los países latinoamericanos, e instalado posteriormente en Nueva York, comenzó a planificar su más ambiciosa obra: la independencia de Cuba. Auténtico americanista y admirador de Simón Bolívar, estaba convencido de la necesidad de la unidad de la que denominó Nuestra América, idea expresada en un impecable ensayo lleno de humanidad y de proyección independista que lo convertiría en uno de los pensadores e ideólogos más trascendentes e influyentes de los movimientos revolucionarios americanos en el siglo XX.
En este caso especial, para conocer más al hombre íntegro, están sus dichos, declaraciones, publicaciones periodísticas, poemas y manifiestos políticos. Leer a José Martí, líder ideológico de la revolución cubana, significa entender todo el proceso que se concretó en la isla caribeña a mediados del siglo XX. Pero además de sus versos “sencillos y libres, CULTIVO UNA ROSA BLANCA, LA NIÑA DE GUATEMALA, conozcamos el pensamiento político de este poeta revolucionario:
- “Conocer el país y gobernarlo conforme al conocimiento, es el único modo de librarlo de tiranías”
-“La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra”.
- “Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos”
-“Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas”
- “La incapacidad no está en el país naciente, que pide formas que se le acomoden y grandeza útil, sino en los que quieren regir pueblos originales, de composición singular y violenta, con leyes heredadas de cuatro siglos de práctica libre en los Estados Unidos, de diecinueve siglos de monarquía en Francia”

El líder cubano Fidel Castro expresa en un escrito reciente su admiración a Martí:

“A él le debo en realidad mis sentimientos patrióticos y el concepto profundo de que "Patria es humanidad". La audacia, la belleza, el valor y la ética de su pensamiento me ayudaron a convertirme en lo que creo que soy: un revolucionario. Sin ser martiano, no se puede ser bolivariano; sin ser martiano y bolivariano, no se puede ser marxista, y sin ser martiano, bolivariano y marxista, no se puede ser antiimperialista; sin ser las tres cosas no se podía concebir en nuestra época una Revolución en Cuba”.

Excelente ejemplo de desinterés y ambiciones personales, a Martí sólo lo movieron causas nobles, valores éticos y sentimientos patrióticos profundos. Para él, el hombre es el sujeto histórico-cultural necesario creador de su propio destino. Fue un hombre comprometido con su tiempo, sus circunstancias y su patria. Por eso su discurso político y su poesía se insertaron en la cultura de las grandes masas latinoamericanas del presente como fuerza movilizadora de cambio y transformación. Su lucha y energía creadora lo convierten en uno de los grandes pensadores latinoamericanos, más que nunca vigente en este año del bicentenario.