“¡Pero así está Bolívar en el cielo de América, vigilante y ceñudo, sentado aun en la roca de crear, con el Inca al lado y el haz de banderas a los pies; así está él, calzadas aun las botas de campaña porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hoy: porque Bolívar tiene que hacer en América todavía!” (José Martí)
Los gestos y símbolos políticos son más importantes de lo que puede creerse. Así parecieron entenderlo los presidentes de Colombia (Juan Manuel Santos) y Venezuela (Hugo Chávez), al encontrarse ayer en la localidad costera colombiana de Santa Marta para reanudar sus relaciones diplomáticas, último destino y lugar donde murió el libertador de ambos países SIMON BOLIVAR. (1783-1830). Tal vez haría falta profundizar brevemente quién fue este caraqueño de origen mantuano (aristocracia de raza blanca) del siglo XIX que participó, junto con San Martín, en la liberación del continente sudamericano.
- Su acción militar primero y política después están en el centro de 3 ciudades importantes que formaron en su época la Gran Colombia: Caracas, Bogotá, Quito (hoy capitales de 3 países), donde se lo considera el Padre de la Patria.
-Los 3 países (Colombia, Ecuador, Venezuela) tienen banderas parecidas: amarillo (arriba), azul (en el centro), rojo (abajo).
- Otro país lleva su nombre: Bolivia, el último que se liberó de la dominación española, bajo la dirección de su ejército.
- Hombre reflexivo y pragmático, de conclusiones propias, fue realista en sus propuestas derivadas de sus conocimientos sobre las condiciones político-sociales de las tierras liberadas en América.
- No pensaba que un orden político pudiera o debiera depender de un individuo (de ahí sus innumerables manifestaciones de renuncia y rechazo al mando). Confiaba más en leyes prudentes que en los propios hombres.
-Rechazaba la posibilidad de que la fuente originaria del poder se encuentre en la fuerza de las armas o en el derecho divino para gobernar. "El origen del poder es el mandato soberano del pueblo" (dirá en carta al presidente Pètion de Haití en 1816 y en el proyecto de Constitución de Bolivia).
- Preconizaba el régimen basado en la mayoría que armonizara la tradición centralista del sistema anterior que los propios criollos habían sostenido, con las ideas liberales surgidas de las minorías intelectuales precursoras del movimiento independista.
- Si bien en nuestra época parecería que la propuesta bolivariana tendía a la creación de un orden aristocrático basado en el patriciado americano, proponía un Ejecutivo fuerte, centralizado y sólido, prácticamente una monarquía sin rey, un poder constitucional moderado por el Senado de tipo patricial, integrado por senadores vitalicios y de preferencia hereditario. Los otros poderes moderadores serían el judicial y la representación popular.
- Si Bolívar pensaba en un gobierno fuerte, jamás lo suponía arbitrario, sino que reconocía la figura de un “hombre fuerte” pero de poderes legalmente reconocidos. Era un republicano por instinto. Pero su proyecto terminó en un fracaso político al no poder lograr la unidad latinoamericana deseada. “He arado en el mar” escribiría al final de sus días.
Su nombre está hoy en calles, plazas y universidades de todo el mundo y desde hace poco más de una década el presidente venezolano lo recuperó para denominar a su país “República Bolivariana”, por entender su gestión como una aproximación a los objetivos del Libertador. Tal vez por su pensamiento y conducta que conocemos a través de sus cartas (más de 10.000), discursos, proclamas y manifiestos, podamos entender la admiración que sentía por él el poeta y revolucionario cubano José Martí y porqué Hugo Chávez y Rafael Correa se acercan más a Fidel Castro que a otros presidentes vecinos. Es que en esta parte del mundo la historia todavía está haciéndose y Simón Bolívar es su mejor referente.